domingo, 18 de marzo de 2012

Miénteme, dime que me quieres...

En la bella película de Nicholas Ray, Johnny Guitar (1954), en su diálogo más conocido, Johnny le pide a Vienna: 'Miénteme, dime que me quieres...' y ella, solícita aunque fría, distante y contenida le va concediendo las mentiras una a una. Johnny le pide a Vienna que le emocione, no importa la verdad. Johnny pretende reconstruir su relación con Vienna y pone en su boca el relato que quiere oír. Lo que Johnny pide y quiere es lo que todos los viajeros pedimos y queremos, emociones auténticas y relatos cautivadores que nos aten al destino. Hay viajeros que ya traen sus relatos puestos de casa y no se van a dejar sorprender. Otros traen expectativas que buscan confirmar y, los menos, están abiertos y ávidos de descubrir lo que ese destino tiene para ellos. En cualquier caso, nuestro pequeño o gran deseo de descubrimiento debería ser satisfecho por el destino en base a sus recursos, sus valores y quizá sus mentiras. No en vano, Vienna tiene nombre de lugar, y ojalá de fondo vaya sonando la música de Victor Young.