viernes, 25 de junio de 2010

Turismo, Ocio y Territorio

Escucho a menudo que el ocio no es turismo. Dicho de otra manera, turismo es negocio y ocio ciudadano es una manera de disponer del tiempo libre alejada de la actividad económica. Como si fueran diferentes divisiones si de fútbol se tratara, relegando el ocio ciudadano a segunda división. Sin embargo, como actividad humana, no existe diferencia. Ambas son maneras de emplear el tiempo libre relacionadas con intereses individuales o colectivos. De hecho, el ocio tiene una relación más íntima y directa con esas actividades y, de hecho también, el turismo ha venido incorporando las prácticas de ocio en su oferta general para complementar y mejorar las estancias en los destinos y el ‘hotelismo’.

Lo que para el ciudadano es ocio, para el visitante (más o menos lejano) se puede convertir en oferta complementaria o incluso objeto principal del viaje. Por ejemplo, una ruta senderista, un recorrido en bicicleta o un itinerario ‘jogging’ o una media maratón urbana.

Lo interesante de este marco es que cumpliendo con los deberes de uso, protección y equilibrio del entorno, del paisaje, las administraciones territoriales están preparando su espacio para el uso turístico, ¿o será ciudadano?